Quiénes somos: una historia por contar

Podríamos dárnoslas de listos e inventar una historia enrevesada, llena de giros melodramáticos y detalles inverosímiles. Pero lo cierto es que la de Termos La Campera es una historia sencilla de contar. Pero tiene su punto, ¿eh? Ahí va:

De Porcuna a Valenzuela; de la idea a la fábrica

Aunque nuestra fábrica se encuentra en el municipio cordobés de Valenzuela, que nos acogió con los brazos abiertos, nuestras raíces están a 12 kilómetros de distancia, en Porcuna: un pequeño y bonito pueblo de la provincia de Jaén. Y es en este humilde lugar, tan arraigado a la tierra, a los olivos y a la gente del campo, donde germinó la semilla de Termos La Campera. Todo gracias a Jose Antonio Peláez Montilla, un hombre que, movido por la ilusión y el afán de superación, tuvo una gran idea.

Tras dedicar su carrera profesional al aislamiento térmico, y emprender a comienzos de los 90 su primer negocio (Aislamientos Victoria), se preguntó: ¿Cómo ayudar a los trabajadores a hidratarse en las calurosas jornadas de trabajo? Y después de algunos prototipos, creó el primer termo La Campera en 2001, el cual llegó al mercado un año más tarde.

Nació el primer termo La Campera. Patentado, original, único

Una botella que en realidad son dos: una blanca (interior) y otra verde (exterior) cuya unión permite mantener la temperatura del líquido que contiene a pesar del transcurso de las horas. Es decir, un envase que conserva el calor y -mucho más importante en estas latitudes- la frescura del agua que beben los currantes a lo largo de su peoná. O lo que es lo mismo: agua fría todo el día.

Así que ése y no otro es el motivo de la existencia de Termos La Campera: refrescar a los trabajadores del campo para hacer más llevadera su jornada. Cuidar de las personas que cuidan la tierra. Hidratar a quienes nos entregan el fruto de la Agricultura.

Un producto cada vez más popular y querido

¿Por qué nadie lo había inventado antes? Lo importante es que a partir de entonces nos convertimos en parte del paisaje habitual de los campos jienenses: el olivo, el trabajador y su Termo La Campera.

Desde aquellos orígenes humildes, la empresa fue creciendo en su estructura y alcance, gracias a una plantilla netamente femenina que rompe con el tópico habitual de las fábricas. Además, salvo el tapón, la etiqueta y las cuerdas, todo se fabrica en nuestro territorio: envase interior, exterior, asa y canilla, es decir, el 90% del producto final.

Hoy por hoy, Termos La Campera es un referente del sector

Un proveedor frecuente para muchas empresas y particulares. También de fanáticos del deporte o de la práctica del senderismo, devotos del Camino del Rocío, o personas a quienes simplemente les gusta hidratarse cuando están fuera de casa.

Pero, por encima de todo, somos la botella de agua de los que saben: la gente del campo.

Bienvenidos a Termos La Campera.